A diferencia de lo que ocurría en versiones anteriores Windows 10 descarga e instala las actualizaciones que estima necesario, no ofreciendo desde Configuración -> Actualización y seguridad -> Windows Update más opciones de control que las de establecer un rango de horas activas en las que no se reiniciará el sistema o pausar las actualizaciones durante 35 días.

Sin embargo existen dos técnicas para evitar que las actualizaciones de Windows provoquen reinicios no deseados:

Editar directiva de grupo

La directiva de grupo No reiniciar automáticamente con usuarios que hayan iniciado sesión en instalaciones de actualizaciones automáticas puede pasarse al estado Habilitada.

Para ello se ha de invocar Editar directiva de grupo (gpedit.msc) desde la caja de búsquedas (Cortana) en la barra de tareas y editar esa directiva en Directiva Equipo local -> Configuración del equipo -> Plantillas administrativas -> Componentes de Windows -> Windows Update.

Parar o deshabilitar el servicio

El servicio Windows Update puede pasarse al estado Detenido o Pausado y su Tipo de inicio cambiarse a Manual o Deshabilitado.

Para ello se ha de invocar Servicios (services.msc) desde la caja de búsquedas (Cortana) en la barra de tareas y modificar sus Propiedades en el sentido deseado.

Esta segunda opción no está recomendada para equipos de trabajo personal por cuanto al no estar iniciado el servicio tampoco se recibirá notificación de las actualizaciones que pudieran publicarse.

Más información en el documento Administrar los reinicios de los dispositivos después de las actualizaciones en la sección de documentación técnica de soporte de Microsoft.